Ayer,
durante el partido que disputaban Chelsea y Liverpool, por la Premier League,
era sustituido un tal Steven Gerrard. Todo el estadio (sin ser el que defendió
toda su carrera) se puso de píe a aplaudirle. Mourinho, famoso por su
arrogancia y sus polémicos gestos, esta vez se comportó y, antes de que el
eterno capitán del Liverpool abandonara el terreno de juego, se plantó en la
línea para unirse al compás de dichos atronadores aplausos provenientes de
aquellos seguidores que agradecían toda la magia mostrada en su fútbol.
El
sábado, durante el partido disputado entre Real Madrid y Sevilla, un tal íker
Casillas tomaba el balón y sus propios hinchas, unos hinchas por los que más de
una vez ha dejado la piel, le pitaban. No fue la primera vez; lo dejo ver con
su reacción “A tomar por culo”. El Bernabéu, en los últimos meses, ha dejado de
ser una caldera de apoyo, para convertirse en una caldera de inconformismo ante
un portero al que le deben una gran parte de su fama como equipo.
Del
Real Madrid se dicen miles de cosas, incluidas, obviamente, que es el mejor
club del mundo. Esa opinión tiene validez por momentos. Para mí, y dependiendo
de las situaciones, el mejor club del mundo cambia cada mes. Tal vez se puede
decir el mejor equipo de la temporada o el mejor club de la historia; del
mundo, es difícil. Además, seamos sinceros, si el mejor equipo del mundo le
pita al mejor portero de toda su historia, apague y vámonos.
Durante
la sustitución de Gerrard en el Stamford Bridge, alguien me decía que comparada
a la que tenían en España, esa si era cultura deportiva. Sinceramente no creo
que sea eso, la cultura deportiva de Europa es preciosa y he vivido de cerca la
del fútbol español para confirmarlo. Sencillamente creo que son hinchas que
juran que un jugador, por vestir una camiseta de un club grande, tiene que ser
un muñeco de FIFA o PES que sigue al mismo rendimiento toda la vida.
Lastimosamente, aunque todos lo quisiéramos, eso es imposible.
Personalmente
me parece lamentable lo que está pasando con Casillas, más aún sabiendo lo que
significa para la historia del fútbol mundial. Espero, de todo corazón, cuando
se marche, la hinchada del Madrid, y de todo el fútbol español, no lo vayan a
extrañar.
“El peor acto de cobardía que hay, es idolatrar a alguien para después despreciarlo como a un perro”
Vía | @Daviddididi
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